Nacionalidades y Pueblos Originarios de Ecuador participantes en el Wellness Fest 2025

Waorani
La nacionalidad Waorani del Ecuador es símbolo de resistencia y sabiduría ancestral en la defensa de la vida y del territorio.
Habitantes de la Amazonía profunda, han protegido su selva durante siglos, y en 2019 lograron una histórica victoria legal al frenar la explotación petrolera en su territorio sin consulta previa, sentando un precedente para los pueblos indígenas del mundo.
Su forma de vida, profundamente conectada con la selva, no solo conserva uno de los ecosistemas más biodiversos del planeta, sino que también representa una visión del mundo donde la naturaleza y el ser humano coexisten en equilibrio y respeto.
Shuar
La nacionalidad Shuar, una de las más numerosas del Ecuador amazónico, ha sido históricamente reconocida por su valentía, su organización comunitaria y su profundo vínculo espiritual con la selva. Guardianes de extensos territorios en las provincias de Morona Santiago y Zamora Chinchipe, los Shuar han liderado luchas emblemáticas en defensa del agua, los bosques y la vida frente a la amenaza de megaproyectos extractivos. Su cosmovisión, en la que todo ser tiene espíritu y dignidad, les impulsa a proteger la tierra como un ser vivo. A través de la educación intercultural, la medicina ancestral y una resistencia activa, el pueblo Shuar mantiene viva su cultura y reafirma su papel como defensores incansables del corazón verde del planeta.


A´i Kofán
La nacionalidad A’i Kofán del Ecuador, ancestral guardiana de la Amazonía, es reconocida por su compromiso con la protección de la selva y la vida. Su territorio, ubicado en la provincia de Sucumbíos es fuente de sabiduría para su pueblo. En 2018, lograron una victoria histórica al detener la expansión de minería ilegal en su territorio gracias a su liderazgo comunitario y a una acción legal sin precedentes, reafirmando su rol como defensores de los derechos de la naturaleza. Los A’i Kofán son portadores de un conocimiento profundo que conecta al ser humano con la selva viva, recordándonos que cuidar la tierra es cuidar el futuro.
Paltas
Cera, está ubicado en el cantón Loja, es una comunidad rural de la Sierra sur del Ecuador con profundas raíces indígenas. Actualmente, cuenta con aproximadamente 980 habitantes dedicados principalmente a la agricultura, ganadería y alfarería.
Cera es reconocida por su tradición alfarera ancestral, siendo una comunidad única en la provincia de Loja donde se elaboran ollas de barro comercializadas en las comunidades cercanas .
Cera representa un ejemplo vivo de la riqueza cultural y la resiliencia de las comunidades indígenas en el sur del Ecuador.


Afrocosteño
El pueblo afroecuatoriano costeño, conocido comúnmente como afrocosteño, forma parte fundamental del tejido cultural y social del Ecuador. Sus raíces se remontan a los africanos traídos durante la época colonial, quienes lograron forjar comunidades resilientes a lo largo de la costa, especialmente en Esmeraldas, Guayas y Manabí.
A lo largo de los siglos, el pueblo afrocosteño ha desarrollado una identidad vibrante que se expresa en su música, como la marimba declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, sus danzas, gastronomía y tradiciones orales. Además, han sido defensores activos de los manglares, los ríos y los territorios costeros, enfrentando históricamente la exclusión y la discriminación con dignidad y resistencia.
Hoy, continúan luchando por el reconocimiento pleno de sus derechos colectivos, su territorio ancestral y su cultura, siendo parte esencial de la diversidad y la riqueza plurinacional del Ecuador.
Pueblo Kichwa de Sarayaku
Guardianes de la Selva Viva, Defensores del Territorio y la Vida
Sarayaku es un pueblo kichwa amazónico ubicado en el corazón de la provincia de Pastaza, Ecuador.
Conocido mundialmente por su firme defensa de la selva y su modelo de vida basado en la armonía con la naturaleza, Sarayaku representa la resistencia viva de los pueblos originarios frente a la extracción petrolera y otras formas de agresión territorial.
Su propuesta de “Selva Viviente” (Kawsak Sacha) es una visión profundamente espiritual, política y ecológica del mundo, donde la selva es un ser vivo, lleno de sabiduría, espíritus y energías sagradas, y no una mercancía a ser explotada.
El pueblo de Sarayaku ha sido un ejemplo emblemático de autonomía, organización comunitaria y acción legal internacional, tras lograr en 2012 un fallo histórico a su favor en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que reconoció su derecho a la consulta previa, libre e informada.
Caminan con orgullo con su cultura, su idioma, su música, sus ceremonias y su compromiso con las generaciones futuras.


Kitu Kara
El Pueblo Originario Kitu Kara es una nación milenaria que habita en la Sierra Norte de los Andes ecuatorianos, especialmente en las zonas urbanas, rurales y periféricas de la provincia de Pichincha, incluyendo los cantones de Quito, Mejía y Rumiñahui.
Su asentamiento ancestral se encuentra en la ciudad de Quito, al pie de la montaña sagrada del Pichincha.
El Pueblo Kitu Kara se constituyó jurídicamente en 2003, uniendo varias comunas y comunidades indígenas del área metropolitana de Quito . Desde entonces, ha trabajado en la revitalización y afirmación cultural y territorial en la ciudad .
La lengua materna del Pueblo Kitu Kara es el kichwa, y el castellano es su segunda lengua.
Actualmente, el Pueblo Kitu Kara se encuentra en un proceso de reconstitución, basado en su autorreconocimiento como un pueblo con raíces ancestrales originarias.
Napu Runa
El Pueblo Napu Runa, asentado principalmente en la provincia de Napo, es parte de la nación Kichwa de la Amazonía ecuatoriana. Su vida gira en torno al río, la selva y la chagra, una forma ancestral de cultivo que refleja su relación armónica con la naturaleza. Su lengua, el kichwa amazónico, es vehículo de sabiduría ancestral transmitida oralmente de generación en generación.
La espiritualidad del Napu Runa se manifiesta en rituales y saberes medicinales, donde el uso del ayahuasca (yagé) tiene un papel central en procesos de sanación y conexión espiritual. Los yachaks y mamakuna, guías de la comunidad, conservan y transmiten este conocimiento, fortaleciendo la identidad y el equilibrio colectivo.
Comprometidos con la defensa del territorio y la vida, el pueblo Napu Runa participa activamente en procesos organizativos por la autonomía, la educación intercultural y la soberanía sobre sus recursos. Son guardianes de la Amazonía y portadores de una visión del mundo profundamente conectada con el Buen Vivir.
