Byron Carrión
Poesía y música
Guion para "Versos en Vela"
[Escenario: Una pequeña tarima. La luz del atardecer se va desvaneciendo poco a poco. El sonido suave de un viento cálido roza el espacio. Alrededor, velas eléctricas comienzan a iluminar el ambiente, creando un aura suave y contemplativa. La música en el aire se mezcla con las sombras al caer la noche. Hay dos micrófonos en el centro y un pedestal con un atril con los poemas. A la derecha, una guitarra está lista para ser tocada, y junto a ella, un cajón se encuentra preparado.]
[Los poetas, Cajanuma y Pedro Siniglesia, entran al escenario lentamente, con una presencia serena. Cajanuma lleva una guitarra. Ambos se acercan a los micrófonos.]
Pedro Siniglesia: (con voz suave y profunda, mirando al público)
Las velas que encendemos hoy... no son solo luces.
Son versos que no necesitan ser leídos en papel,
sino sentidos en el alma.
Hoy, entre sombras y música, la palabra se hace vibración.
Cajanuma: (asintiendo mientras toma su guitarra)
Hoy los versos fluyen como el viento del atardecer,
y como el sol que se oculta, las melodías nos arropan.
Vamos a abrir un espacio donde cada palabra se convierte en música,
y cada acorde teje una emoción.
[Cajanuma toma la guitarra y empieza a tocar suavemente, marcando el ritmo con el cajón. El sonido va llenando el espacio.]
Tocamos Versos en vela como inicio
Pedro Siniglesia: (con voz modulada, acompañando la guitarra)
Poema 1: "La luz que nos habita"
La luz que nos habita,
es una llama que no se apaga.
Cada verso una chispa,
cada silencio un eco lejano.
El sol se va, pero su rastro sigue,
en el fulgor de lo que aún se siente.
Las velas encendidas,
nos cuentan la historia de la noche.
[La guitarra toma un aire melancólico mientras el poema llega a su fin. Cajanuma sigue tocando, las notas se suavizan.]
Cajanuma: (con voz más baja, creando una atmósfera íntima)
Poema 2: "El suspiro del viento"
En el viento,
se esconde un suspiro,
un canto de secretos olvidados,
que el sol no se atreve a guardar.
Escucha, hermano,
el aire que nos toca es memoria,
es la voz de aquellos que partieron,
y regresan con cada brisa.
[El ritmo de la guitarra aumenta ligeramente, marcando la transición entre poemas.]
Pedro Siniglesia: (en un tono más animado, empapado de energía)
Poema 3: "Cuerpo de luna"
Somos luna,
cuerpo de sombra y fuego.
Nuestra piel resplandece en la distancia,
nuestro canto es la luna que nunca se esconde.
Bajo el cielo, danzamos,
como astros que no temen caer.
Nos alzamos al ritmo del alma,
fluyendo como mares iluminados.
[El ritmo del cajón entra con más fuerza, aumentando la intensidad mientras la guitarra acompaña con un solo breve. El público se siente parte de este viaje musical.]
Cajanuma: (con voz evocadora)
Poema 4: "Reloj sin horas"
La tarde se desvanece en la piel,
y el reloj ya no marca el tiempo,
porque el tiempo somos nosotros,
cuerpos hechos de momentos.
A cada paso, se diluye la prisa,
y lo eterno se convierte en un suspiro.
Cada segundo,
es un verso que espera ser recitado.
[Ambos poetas se miran por un instante, mientras las luces de las velas titilan suavemente.]
Pedro Siniglesia: (con voz reflexiva, tomando un respiro antes de continuar)
Poema 5: "Caminos entre sombras"
Los caminos se cruzan entre sombras,
y cada huella deja un rastro,
pero no es el fin lo que buscamos,
sino la belleza de caminar sin saber.
Las estrellas ya están despiertas,
y nosotros, entre ellas,
nos encontramos en el reflejo de su luz,
caminantes de lo incierto,
exploradores de la noche.
[La guitarra y el cajón se van apagando gradualmente, hasta que solo queda un susurro de notas. Los poetas se quedan en silencio, mirando las velas alrededor.]
Cajanuma: (con voz suave)
Y así, en cada palabra,
en cada verso que hemos compartido,
se queda un poco de nosotros.
La luz de estas velas,
será el eco de lo que no se olvida.
Pedro Siniglesia: (mirando al público)
Gracias por ser parte de esta luz.
Gracias por estar aquí,
en la voz de la poesía que se hace música.
Tocamos Ruta Vilcabamba de despedida
[Ambos poetas se retiran lentamente del escenario, la guitarra aún emite una última nota suave. La luz de las velas sigue brillando en el ambiente.]
FIN.
Ecuador, Loja